sábado, 4 de julio de 2015

Música Árabe

Una mujer canta y un coro la acompaña.  Flautas medievales insinúan  odaliscas  que  contonean  sus caderas. Con  ojos de panteras heridas, completan el recorrido de la voz que sigue rasgando la dulzura.
 Ahora canta un hombre y su voz es  el canto gutural de un sapo.  No me gusta el sonido que ,ahora como ganso, produce al cantar. Se  marea con su propia voz  y de repente  irrumpe la dulce voz  acompañada del coro. El sapo poseído  aterriza junto a la psicodélica serpiente y se  queda  callado.


La esperanza debe tener cara algerina..Me detengo en su oasis a descansar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario