sábado, 27 de agosto de 2011

Guanica, Gisela y Coquillin

Ya se iba el verano con pocos regalos para el alma, cuando se cuajó el encuentro. Llegaron mis amigas con el  amor de siempre; con la sabiduría acumulada en sus andanzas. ¡Que banquete de alegrías y  silencios! Bastaron  horas para recuperar nuevos bríos y acariciar  esperanzas. !Existen puentes, siempre dispuestos a ser cruzados!

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