Mi padre es un hombre admirable. Estuvo en dos guerras y ha librado mil batallas, siendo quizás la más encomiable, la de haber vivido entre cuatro mujeres; mi madre, mis dos hermanas y yo.
Hombre cabal y de avanzada, mi padre aprendió mucho de esa convivencia; logró internalizar, lo que a muchos hombres les falta: sabiduría y sensibilidad femenina.
Mi padre es mi maestro y mi alumno. Nunca conocí a nadie que hiciera mas preguntas y tuviera tantas respuestas.
Soy muy afortunada, tengo un padre que ha recorrido el tiempo y los dolores, entre carcajadas;con un "siempre" en la boca.
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